Salud mental en el sector industrial: creación de un entorno de apoyo
“Las enfermedades son el resultado no solo de nuestras acciones, sino también de nuestros pensamientos”, dijo Gandhi, al hablar de la salud mental. Este tema se pone de relieve con la llegada del Septiembre Amarillo, conocido mundialmente como la campaña contra el suicidio. Se inspiró en la historia de Mike Emme, quien se suicidó a la edad de 17 años en septiembre de 1994 en los Estados Unidos. Era conocido por su pasión por los coches, habiendo restaurado y pintado un Mustang amarillo del 68. Desafortunadamente, su familia no se dio cuenta de los problemas psicológicos que enfrentaba. Por lo tanto, no fue posible evitar su suicidio, ya que fue encontrado dentro de su propio automóvil. Durante su funeral se repartieron tarjetas decoradas con un lazo amarillo con la frase “si lo necesitas, pide ayuda”, convirtiéndose en un símbolo de la campaña. En Brasil, fue adoptado en 2015 por el Centro para la Valorización de la Vida (CVV), el Consejo Federal de Medicina y la Asociación Brasileña de Psiquiatría.
La salud mental no se trata solo de la ausencia de problemas, es un estado en el que el individuo puede lidiar con situaciones cotidianas, que son diversas e impredecibles. Por lo tanto, es necesario entender este concepto como algo general, con infinitas formas de vivirlo, donde las adversidades no necesariamente están desterradas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como el bienestar, con la capacidad de darse cuenta de sus propias capacidades, lidiar con el estrés y contribuir a su comunidad.
“La salud mental también es una definición de la salud en su conjunto. Es una cuestión de causa y consecuencia, si no cuidas tu salud mental, puedes tener problemas en tu salud física. La situación inversa también es cierta. En general, todo está interconectado” – Larissa, psicóloga del equipo de Personas de ST-One
Salud mental: una cuestión colectiva
Cada persona experimenta la salud mental de manera diferente, ya que hay varios factores individuales, sociales y estructurales que influyen en ella. Debido a esto, los riesgos de padecer enfermedades vinculadas a ella pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, existen factores protectores que contribuyen a aumentar la resiliencia, como las interacciones sociales positivas, el desarrollo de habilidades emocionales y las buenas condiciones de trabajo.
Según el Ministerio de Salud (2022), Brasil tiene la mayor incidencia de depresión entre todos los países de América Latina. Además, alrededor del 9,3% de la población brasileña padece algún tipo de trastorno de ansiedad, lo que representa casi 18 millones de personas. A pesar de la aterradora cifra, la preocupación por los problemas de salud mental también ha crecido. Estos datos provienen de la encuesta Global Health Service Monitor (2022), que mostró que la tasa de brasileños alerta sobre este tema se multiplicó aproximadamente por tres. En 2019 la cifra fue del 27%, mientras que en 2022 el índice saltó al 49%. Esto fue especialmente cierto después de la pandemia, un período en el que las enfermedades mentales se discutieron más abiertamente.
Este estudio es un claro ejemplo del impacto de la visibilidad y concienciación de la salud mental, especialmente para la reducción del estigma relacionado con este tema. El cambio de escenario se da principalmente a través del compromiso social, promoviendo una visión más comprensiva y empática. Cuanto más conocimiento se comparta, mayor será la probabilidad de que las personas busquen el tratamiento adecuado.
Salud mental en el trabajo: tipos de alertas
El intercambio de información es el primer paso, seguido de la identificación de síntomas como:
- Pérdida de interés: falta de interés en actividades que antes eran placenteras, o cambio repentino en el comportamiento;
- Manifestaciones verbales: estos indicadores no deben ser vistos como amenazas, sino como advertencias de riesgos reales. Es muy importante estar abierto, y dispuesto a hablar y entender la razón del comportamiento de dicho comportamiento, creando un ambiente seguro;
- Aislamiento: las personas con pensamientos suicidas o depresivos pueden aislarse, quedarse en casa, cancelar actividades sociales y no interactuar en las redes sociales;
- Tristeza: sentirse triste o desanimado durante largos períodos, y manifestar cansancio sin razón aparente. Además, es posible percibir una visión negativa de la vida y una falta de perspectiva de futuro.
La salud mental en las industrias es un tema candente
Según el informe “Directrices sobre Salud Mental en el Trabajo” (2022), publicado por la OMS, alrededor del 60% de la población económicamente activa del mundo está empleada. La realización de esta actividad rutinaria puede afectar la salud mental tanto en el lado positivo como en el negativo. Si, por un lado, es una oportunidad para crecer y hacer lo que te gusta, en cambio, factores como el exceso de carga de trabajo dan lugar a bajas médicas.
Según Larissa, psicóloga del equipo de Personas de ST-One , es necesario prestar atención a la rutina de los empleados, ya que el trabajo es una parte integral de la vida. “Es necesario evaluar su salud y cómo se introducen dentro de la empresa (…) Si hacemos los cálculos, a veces pasamos más tiempo en el trabajo que dentro de nuestra propia casa”. En conclusión, la idea no es determinar si los problemas se desencadenaron dentro o fuera del lugar de trabajo, sino centrarse en mapear su papel en cualquier condición preexistente.
El escenario es positivo, con la salud mental convirtiéndose en una agenda cada vez más presente y constante. Actualmente, existe una creciente conciencia de la importancia de la salud mental en la industria. Información publicada por CNN (2021) señala que el interés de las empresas por crear acciones dirigidas a la salud mental ha crecido un 33% en los últimos cinco años. Este cambio de cultura es muy significativo, ya que el bienestar psicológico estimula la creatividad y el compromiso entre los equipos. Además, el equipo se siente valorado y tiende a permanecer más tiempo en la organización. Por último, hablar abiertamente sobre temas de salud mental demuestra responsabilidad social y atrae talento de calidad.
El impacto también está en el sector financiero, ya que, según el Sebrae (2023), las enfermedades mentales generan un impacto económico global de US$ 1 billón en pérdida de productividad. Estos factores demuestran que los beneficios de invertir en salud mental impactan en todo el ecosistema de la industria, contribuyendo a la calidad de vida y la rentabilidad.
Acciones que aumentan la salud mental
Para crear un entorno saludable, la industria necesita métodos, planificación, compromiso y tiempo. Para ello, se pueden llevar a cabo varias acciones para mejorar la salud mental, como por ejemplo:
- Diálogo: es necesario intercambiar ideas, hablar y pensar en proyectos para resolver problemas y cuidar a los empleados. Por ejemplo, es posible organizar una agenda recurrente de conversaciones, buscando desarrollar la confianza del equipo;
- Apoyo psicológico: proporcionar psicólogos para ayudar a los empleados. Esto le permite identificar y tratar de manera correcta y previa posibles problemas de salud mental;
- Capacitación en liderazgo: capacitar a los líderes para que reconozcan los signos de estrés y ansiedad, y para que ofrezcan el apoyo adecuado cuando sea necesario;
- Espacios de descompresión: crear zonas de relajación y descanso en el entorno de trabajo para tomar descansos y reducir el estrés;
- Retroalimentación positiva: establecer una cultura de retroalimentación constructiva puede aumentar la motivación y el bienestar dentro de la industria;
- Ejercicio físico: promover actividades físicas, grupales o individuales, ayuda a reducir el estrés;
- Flexibilidad en el trabajo: Ofrecer horarios flexibles para permitir que los empleados logren un equilibrio entre el trabajo y la vida personal;
ST-One tiene una campaña a favor de la salud mental de sus colaboradores, que incluye beneficios extras y la construcción de un espacio seguro para el diálogo. Para lograr la adhesión necesaria, Juliana, integrante del equipo de Personas, cuenta que el primer paso fue informar a los empleados sobre el tema. “En el caso del apoyo psicológico, es importante aportar conocimientos sobre la experiencia de cada profesional y cómo acceder a ella. La elección del método es fundamental, ya que es al psicólogo a quien le contarás información sobre tu vida diaria”.
Si lo necesitas, busca ayuda
La garantía de los derechos a la salud incluye la atención de la salud mental. En este aspecto, son varias las instituciones y materiales que valoran este seguimiento y concienciación. En Brasil, esta atención puede ser prestada en cualquier unidad de la Red de Atención Psicosocial (RAPS), que ofrece varios servicios de salud con diferentes propósitos. Esta red promueve la salud mental, proporciona asistencia y cuidados, y ayuda a la reintegración de personas con sufrimiento psicológico. Esto refuerza la idea de que esta lucha no es individual, sino que debe ser pensada colectivamente.
Además, el Life Appreciation Center (CVV) es una organización sin fines de lucro que ofrece apoyo emocional y trabaja en la prevención del suicidio. Fue fundada en 1962, atiende a las personas que necesitan hablar, de forma anónima y gratuita. El servicio está disponible llamando al 188, las 24 horas del día, sin costo adicional.
Para conocer más sobre el tema, se recomienda leer el Folleto de Pautas para el Cuidado de la Salud Mental (2020), elaborado y puesto a disposición por el Gobierno Federal. Más específicamente para el contexto de la industria, el Folleto para la atención al sufrimiento psicológico de los trabajadores (2014) ofrece orientación sobre la salud mental relacionada con el trabajo. Conoce más sobre nosotros.