En 2021, la industria química brasileña facturó US$ 142,8 mil millones, según el estudio “El desempeño de la industria química brasileña” (2021). Estos hechos no solo prueban la importancia de este sector en Brasil, sino que también reafirman su importancia en todo el mundo, ya que ocupa la quinta posición más grande entre las industrias manufactureras.
Durante las etapas del proceso productivo, este sector hace uso de diferentes tipos de recursos naturales, como el agua, el petróleo y el gas natural, la biomasa, etc. A pesar de esta variedad, la electricidad es el recurso primario y se utiliza en la mayoría de los procesos, tales como:
Calor (70% del consumo de energía): la energía se transforma en calor como elemento en varias reacciones químicas;
Fuerza motriz (22% del consumo de energía): muchas máquinas necesitan energía eléctrica para su correcto funcionamiento;
Calentamiento directo (4% del consumo de energía): algunos procesos requieren calentamiento directo en la maquinaria;
Electroquímica (3% del consumo de energía): la energía se utiliza para impulsar reacciones químicas como la electrólisis;
Refrigeración (1% del consumo de energía): se utiliza para enfriar sustancias y habitaciones cuando es necesario;
El uso eficiente de los recursos naturales se ha convertido en un tema recurrente entre las industrias, lo que dio lugar a la creación del término ESG (Environmental, Social and Governance). El acrónimo hace referencia a acciones enfocadas en procesos productivos sostenibles que están alineadas tanto con las exigencias del mercado como con las del medio ambiente.
Este caso trata sobre cómo una gran empresa química utilizó la solución ST-One para reducir el consumo de energía en su proceso de producción. La ciencia de datos se aplicó restringida al área de utilidades, que se encarga de proporcionar recursos y servicios esenciales para el funcionamiento de las operaciones.